24 septiembre 2016
Charlotte, Carolina del Norte, ha vuelto a ser noticia por la muerte de otro afroestadounidense a manos de la policía este martes.
De acuerdo a su hija, Keith Lamont Scott estaba desarmado y sólo cargaba el libro que estaba leyendo.
La policía insiste en que el hombre sí portaba una pistola y que rehusó soltarla.
¿Por qué, entonces, no hacen público el video para aclarar el incidente y evitan así las protestas de activistas que exigen que se divulguen las imágenes?
Te contestamos esa y otras preguntas que probablemente te haces sobre estas cámaras.
Desde agosto de este año, 42 de 68 departamentos de la policía en las principales ciudades del país han adoptado programas de cámaras incorporadas al uniforme de los agentes siguiendo un protocolo, según el Leadership Conference on Civil and Human Rights, un grupo activista de derechos civiles.
Después de la muerte a manos de la policía del adolescente negro Michael Brown y los resultantes disturbios en Ferguson, Misuri, en agosto de 2014, el Departamento de Justicia de EE.UU. destinó US$20 millones a que las fuerzas policiales adquirieran hasta 50.000 cámaras en todo el país.
Eso no quiere decir que automáticamente los responsabiliza de los hecho, señala Leadership Conference.
"Ya sea que estas cámaras los hagan más responsables o que simplemente intensifiquen la vigilancia de las comunidades depende que cómo se usen y qué imágenes se graben".
¿Hay una política uniforme que rige su uso?
No. Por el momento no hay un protocolo nacional estándar para manejar las imágenes captadas por la policía con las cámaras corporales.
Hay una variedad de prácticas que se siguen por todo el país, con muchos departamentos de policía sin políticas claras de cómo proceder.
Por ejemplo, no todas las fuerzas policiales tienen una serie de reglas sobre cuándo deben los agentes grabar una situación, si necesitan ofrecer una justificación por no hacerlo y si los ciudadanos que registran quejas contra la policía por comportamiento indebido tienen acceso a todas las imágenes.
Leadership Conference produjo una "tarjeta de calificación" que muestra que tan correctamente cada departamento usa las cámaras corporales en lo referente a los derechos humanos. Algunos salen mejor librados que otros.
El departamento de policía de Charlotte-Mecklenburg tiene una política pública al respecto, pero no se desempeña bien en todas las áreas, según la tarjeta de calificación.
Aunque Brently Vinson, el agente que le disparó a Keith Lamont Scott, estaba vestido de civil y no portaba una cámara, otros tres agentes si tenían las suyas encendidas.
Las imágenes están siendo analizadas por investigadores y el alcalde de la ciudad, pero la policía informó que no las harán públicas por el momento.
Las políticas de práctica de los departamentos de policía, cuando existen, tienden a especificar que todas las imágenes tomadas por las cámaras corporales son propiedad de cada departamento y que no pueden ser entregadas para su divulgación sin la autorización específica del superintendente.
Inclusive, algunos estados han adoptado leyes que excluyen a los videos de las cámaras corporales del derecho a la libertad de información.
Carolina del Norte, por ejemplo, promulgó una ley que restringe la publicación de esos videos sin una orden judicial.
La ley no entra en efecto hasta 1 de octubre.
¿Por qué no divulgan, entonces, las imágenes?
Para evitar protestas y disturbios.
En algunos casos, sobre todo si las imágenes muestran que los agentes tomaron la decisión correcta, la policía suele estar interesada en publicarlas.
Cuando Sylville K. Smith fue muerta a tiros por la policía en Milwaukee, el 13 de agosto, el jefe de la policía, el alcalde y el representante a la Cámara Baja del estado pidieron la divulgación del video de la policía.
Pero el caso está bajo la jurisdicción del Departamento de Justicia de Wisconsin, que dijo que no se divulgarían las imágenes hasta que no concluya la investigación.
Esa matanza generó dos noches de protestas y disturbios.
Además, los departamentos de policía también pueden aprender de ello.
La policía de Chicago incorporó reglas que dictaminan que el departamento debe divulgar las imágenes de un tiroteo mortal en el que participe la policía en el plazo de 60 días.
Ha divulgado más de 300 videos de incidentes relacionados a la policía en un intento por recuperar la confianza entre los agentes y las comunidades negras.
También divulgó los videos tomados de nueve cámaras corporales de la balacera en la que murió el joven de 18 años Paul O'Neal, en agosto, unos días después del incidente.
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